Carreras de Velocidad
En el atletismo, la carrera de velocidad es una carrera a pie que tiene una distancia predeterminada en 60, 100, 200, 400 y 800 metros en pistas. Es frecuente también realizar carreras sobre 300 metros y excepcional mente se hacen carreras sobre otras distancias con otros sistemas de medición, como por ejemplo yardas. Un atleta de carreras de velocidad se denomina velocista.
En este tipo de carreras, el atleta en
la salida se encuentra semi incorporado, en unos apoyos fijados a la pista
denominados tacos, así los corredores fraccionan empujando los pies contra
los tacos de salida, diseñados especialmente para sujetar al corredor colocados
detrás de la línea de salida. Al sonido del disparo del juez de salida el
atleta se lanza a la pista y corre a la máxima velocidad hacia la línea de
meta, siendo fundamental una salida rápida.
Son pruebas que suelen disputarse en
pista cubierta o pista al aire libre. Se celebran en las olimpiadas cada 4
años.
El atletismo encuentra su origen en los
juegos que se hacían en el espacio de Grecia y Roma. Comúnmente se dice
que el atletismo es el "deporte natural" que implica lo básico de la
acción humana en relación a lo necesario para el desarrollo humano. Es decir,
hace referencia a la necesidad humana de correr, saltar y lanzar, de hacer
ejercicios como parte de las necesidades de nuestro cuerpo.
El atletismo reúne sobre un mismo
estadio, como se hacía en la antigüedad, las carreras y concursos divididos
según el tipo de ejercicio. La realización de estas actividades atléticas
conllevan la ejercitación muscular empleando principalmente la fuerza.
La carrera de velocidad no debe
confundirse con una competencia improvisada en el contexto de una tarde al aire
libre: es una prueba estrictamente regulada y que solamente las personas mejor
preparadas pueden proponerse superar.
El desgaste energético es considerablemente
alto, y por eso durante los primeros entrenamientos se recomienda un descanso
cada cierta cantidad de metros recorridos, con una meta total que no supere los
400 metros. Por cada 10 metros, lo normal es recuperar entre un minuto y medio y
dos.
Con respecto ala
velocidad-resistencia, ésta se desarrolla en tramos que van desde los 60 hasta
los 300 metros, haciendo uso del 90% de nuestras posibilidades máximas
aproximadamente. El esfuerzo en estos casos se considera "sub máxima"
y la recuperación entre las repeticiones debe ser corta, para que podamos
desarrollar la resistencia contra la fatiga.
Como en este entrenamiento para las
carreras de velocidad se acumula el ácido láctico, se acentúa la necesidad de
oxígeno, y por eso también se activan las fibras rojas. Se recomienda una
distancia acumulada que no supere los 1200 metros, con una recuperación de 4
minutos cada 100 metros recorridos.
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